Una nueva melodía para la Chanson de Borgoña

Con una historia que se remonta a 1750 y una sede en uno de los bastiones históricos de Beaune, Chanson Père et Fils es una casa de négociants de Borgoña con solera. Pero se avecinan cambios, ya que la empresa ha duplicado con creces sus viñedos y ha adoptado un nuevo modelo de negocio. Richard Woodard informa.

La remodelación de Chanson Père et Fils de Borgoña comenzó durante los largos y cerrados días de la pandemia de Covid-19. Mientras otros aprendían mandarín, perfeccionaban recetas de masa madre u organizaban cócteles Zoom, Vincent Avenel se dedicaba a idear estrategias corporativas.

"Mi jefe, Étienne Bizot, el jefe de Bollinger, me dijo: 'Vincent, quizá sea el momento de tomarte un tiempo para reflexionar sobre tu negocio y tu estrategia'", recuerda el Director General de Chanson, propiedad del Grupo Bollinger. La conclusión fue tajante: el modelo de negocio tradicional de los négociants de Borgoña estaba en peligro.

El reciente éxito de la región ha complicado la vida a los négociants. Los pequeños viticultores elaboran y venden cada vez más vino con su propio nombre a un mercado internacional ávido; una racha de pequeñas cosechas culminó en la de 2021, afectada por las heladas.

Al calentarse el mercado, la cantidad de materia prima disponible para los négociants se redujo y los precios alcanzaron niveles insostenibles. "Como négociant, si dependes de este tipo de negocio, es peligroso", señala Avenel.

Algo tenía que cambiar, pero ¿qué? "La conclusión fue que sería perfecto comprar 40 hectáreas [de viñedo] en la Côte Chalonnaise", dice Avenel. "Pero dije a mis accionistas que comprar 40ha en Borgoña es como un sueño o una utopía. Les dije que nos llevaría 15 años construir esta finca".

O quizá no. En 2023, Chanson adquirió Château d'Etroyes, un dominio de Côte Chalonnaise con no 40 ha, sino 50 ha de viñedos centrados en Mercurey y Rully. Fue una casualidad, pero también una realidad económica. D'Etroyes había pertenecido a la familia Protheau desde el siglo^XVIII, antes de ser vendida a la familia Helfrich en 2016, para volver a pasar a manos de un grupo de ocho inversores internacionales dos años después.

Este grupo, dice Avenel, se enfrentó a una serie de cosechas escasas y a la necesidad de invertir en los viñedos. Aunque no duda de sus buenas intenciones - "me sorprendió positivamente la calidad de los vinos"-, también señala: "Vieron que financieramente les llevaría demasiado tiempo recuperar un buen nivel".

Como eso implica, hay mucho que hacer en d'Etroyes. Puede que no se hayan necesitado 15 años para encontrar los viñedos, pero sí para renovarlos. El programa de replantación sustituirá 2 ha de viñedo al año durante los próximos cinco años, y después 1 ha al año. Los vinos tintos se vinificarán en la bodega Chanson de Beaune (la bodega d'Etroyes está "un poco anticuada", dice Avenel); los blancos se prensarán en Mercurey y los mostos se transportarán a Beaune.

Quizás el viñedo más llamativo incluido en el acuerdo se encuentra en el premier cru de Mercurey Le Clos l'Evêque, donde Chanson cuenta ahora con 6 ha de Pinot Noir, o algo menos que eso. Este año, se han plantado 1,2 ha de Chardonnay en la parte superior de la ladera, donde los suelos pálidos son ricos en caliza, lo que hace que el terroir sea potencialmente "muy interesante" para los blancos, según la jefa de bodega de Chanson, Lucy Auger.

El equipo de viticultores de d'Etroyes se ampliará a 15 personas, gracias a la supresión de puestos administrativos redundantes tras la adquisición, y se ha iniciado la conversión ecológica, en consonancia con los viñedos de Côte de Beaune de Domaine Chanson, que obtendrán la certificación oficial a partir de la cosecha de 2024.

La viticultura ecológica es un tema delicado este año: el tiempo húmedo (100 mm de lluvia en Beaune durante el mes de junio) ha hecho que el mildiu sea una amenaza constante, y la responsable de viñedos de Domaine Chanson, Justine Savoye, calcula que el viñedo Clos des Mouches de la empresa ha recibido 10 tratamientos hasta principios de julio, y que habrá más en el futuro. Los remedios permitidos, como el cobre y el azufre, son arrastrados de las hojas por la lluvia, que también favorece el crecimiento renovado, y por tanto desprotegido, de las vides.

A largo plazo, sin embargo, el cambio climático ha provocado una escasez de agua, así como un aumento de las temperaturas estivales. Domaine Chanson, en asociación con el organismo genérico BIVB, está llevando a cabo una serie de experimentos en su viñedo de Beaune premier cru Teurons para investigar la eficacia de pulverizar talco en las vides, plantar hierbas, elevar la altura de las copas y colocar mantas de cáñamo.

Mientras tanto, en otro proyecto se están probando seis o siete portainjertos nuevos, tras los problemas surgidos con el portainjerto 161-49C, ampliamente plantado en la región (y por lo demás muy adecuado). Las vides afectadas sufren una grave reducción de vigor, dejan de producir uvas y mueren en pocos años.

Estos son los retos vitivinícolas a largo plazo a los que se enfrenta Chanson paralelamente a la absorción y adaptación de la explotación del Château d'Etroyes, junto con las 45 ha de viñedos principales del domaine en la Côte de Beaune (25 ha de ese Beaune premiers crus), incluidos nombres tan ilustres como Clos des Mouches y Clos des Fèves, este último un monopole de Chanson.

Aunque la empresa tiene una larga historia (Chanson se fundó en 1750 y poco después adquirió sus características instalaciones de vinificación y crianza en el Bastion de l'Oratoire de Beaune,^{del siglo XVI}), el equipo actual es relativamente nuevo: Avenel, con 25 años de experiencia en Burdeos, Muscadet y otros lugares de Borgoña (Bouchard, Faiveley), llegó en 2017, seguido de Savoye en 2019 y Auger en 2020.

¿Cómo será el éxito de la "nueva" Chanson? Para empezar, Avenel cree que la adquisición de d'Etroyes hará que sea más sostenible económicamente: antes el negocio era 25% Domaine Chanson (es decir, vinos de sus propios viñedos) y 75% négoce; ahora es 50/50. La producción se sitúa entre 600.000 y 1 millón de botellas al año, dependiendo de las condiciones de la añada. La producción se sitúa entre 600.000 y 1 millón de botellas al año, dependiendo de las condiciones de la cosecha.

"El volumen debe ser la consecuencia del éxito, pero no el objetivo primordial", explica Avenel. "No es una cuestión de volumen; es una cuestión de estilo y reputación. Queremos ser el número uno en las zonas en las que trabajamos: Beaune premier cru, etc. Si estamos entre los tres primeros, está bien.

"En el viñedo, se necesita mucho tiempo. Con la imagen, también lleva tiempo. Con la experiencia, sé que se necesitan 10 años para dar la vuelta a algo". Sobre todo, añade, cuando se lucha contra la popular "imagen de négociant" de ser grande, con vinos "aburridos". En este contexto, los recientes cambios en Chanson desdibujan los límites entre los modelos de négociant y domaine.

"Queremos renovar y cambiar la mentalidad de la gente", continúa Avenel. "Con suerte, esto crecerá y evolucionará, y cambiará lentamente. Es como una bola de nieve: empieza pequeña y tarda un poco, pero cuando crece, empieza a cambiar".

Esa bola de nieve podría haberse expandido aún más en 2023. Poco después de la adquisición de d'Etroyes, Chanson se postuló para comprar William Fèvre en Chablis, pero Domaines Barons de Rothschild (DBR Lafite) se le adelantó. Avenel se muestra optimista sobre el resultado, pero ¿podría esto indicar que se avecinan más cambios en Chanson Père et Fils en el futuro y, de hecho, una mayor consolidación en toda Borgoña?

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