Coravin se lanza al mercado asiático

El cofundador de Coravin, Greg Lambrecht, explica a Nimmi Malhotra sus planes para conquistar las costas orientales con los últimos productos del sistema de conservación.

El fundador de Coravin, Greg Lambrecht, está de gira por Asia. Será su primera visita regional desde que la pandemia paralizó todos los viajes, y se muestra positivamente entusiasmado ante la perspectiva de volver a conectar con sus mercados asiáticos clave.

"Lanzamos Coravin en Asia por última vez, lo que significaba que teníamos muy pocos años sobre el terreno antes de que llegara la pandemia. Era importante volver para relanzar y reintroducir nuestros productos en Asia", dijo al comienzo de nuestra conversación en el stand de Coravin en Vinexpo Hong Kong.

Pero a medida que avanzaba la conversación, interrumpida por calurosos saludos y apretones de manos de amigos del sector y aficionados, se hizo evidente que Asia tenía un significado especial para él. Habló en detalle de la cultura vinícola de Shanghai, de los vinos emergentes de Ningxia (China), del mercado pionero de Hong Kong y, por último, de Japón, país al que llamó hogar en 1991.

Lambrecht, que habla japonés con fluidez, vivió en Kobe (Japón) justo después de graduarse en el MIT. Su fluidez probablemente influyó en la poderosa sociedad japonesa de sumilleres para que apoyaran Coravin desde el principio. Después de eso, el producto "despegó por sí solo".

De hecho, el sake japonés fue la inspiración de su nuevo producto, Coravin Pivot. Según recuerda Lambrecht, unos productores de sake le encontraron en Vinexpo Burdeos en 2014 y le llevaron a su stand. Le dijeron: "Esto que has hecho no funciona con nuestros tapones. Arréglalo". Y así lo hizo, e inventó Coravin Pivot, un producto que requiere que el usuario abra la botella y sustituya el tapón original por el Pivot Stopper especialmente diseñado.

"Pivot es universal", explica. "Funciona con sake, pero también con jerez, oporto, whisky y tequila. Hice una cata a ciegas en Tokio y Osaka con sake (bajo Coravin), y los resultados fueron magníficos. He probado Pivot en Junmai daiginjo (el sake de mayor calidad) durante seis meses y ni siquiera el enólogo pudo notar la diferencia".

De vuelta en Hong Kong, Lambrecht recibió a los profesionales del vino en una presentación especial en el Soho Club antes de Vinexpo, en la que sirvió el Classic Cuvee 2018 de Rathfinny Estate de Sussex (Inglaterra) con Coravin Sparkling. Lambrecht relanzó la Pivot y deleitó al público con las historias de la evolución de la aguja, desde la aguja negra estándar hasta la aguja vintage plateada y, finalmente, la aguja Fast Pour, que vierte mucho más rápido que el resto.

Mientras Lambretch recorre Corea y Japón en busca de socios comerciales y entusiastas, reconoce que las complejidades normativas que rodean al gas comprimido son un reto persistente en los diversos mercados asiáticos.

"El gas comprimido se considera mercancía peligrosa en todos los países", dice, y explica que, mientras en Europa las leyes son coherentes en todos los países, las normas difieren entre las naciones asiáticas. Por ejemplo, Japón permite el gas argón, pero Corea no (las botellas Coravin coreanas contienen nitrógeno).

China, que era su 5º mercado antes de la pandemia, se hundió durante Covid. Encontrar el camino de vuelta no es fácil, ya que el gobierno ha cambiado algunas normas clave en torno al gas comprimido. Coravin está trabajando para reintroducir pronto su producto en el mercado.

En la actual coyuntura económica, Coravin puede ayudar al asediado sector de la restauración a reducir el despilfarro y ofrecer a los consumidores más opciones de vino por copas. Quién sabe qué conversación en Asia podría dar lugar a la próxima innovación de Coravin. De momento, el eterno inventor mantiene la esperanza en las perspectivas de Asia. Su misión es sencilla: "Queremos estar allí donde se haga y se consuma vino".