Todos los medallistas del Global Carmenere Masters 2024

Puede que tenga una historia accidentada, pero el Carmenere ha encontrado su hogar en los viñedos de Chile, convirtiéndose en la uva emblemática del país. Patricia Stefanowicz MW nos informa.

Carmenere es un nombre que debería fluir por la lengua de cualquier bebedor de vino astuto. Los vinos de esta variedad de uva antaño casi desconocida son un tesoro y ofrecen una excelente relación calidad-precio, como descubrieron los jueces de nuestro segundo Global Carmenere Masters.

En el siglo XVIII y principios del XIX, la uva se cultivaba en Burdeos, normalmente en mezcla con su parental Cabernet Franc y sus hermanastras Cabernet Sauvignon y Merlot. Juntas, estas variedades forjaron la reputación de muchas de las mejores propiedades. Pero entonces llegó la temida filoxera y, al replantar, la mayoría de las propiedades utilizaron la Merlot, más prolífica y fácil de cultivar, con la Cabernet Sauvignon y la Cabernet Franc, aromática y de cuerpo más ligero.

Por suerte, algunos viajeros intrépidos exportaron Carmenere a Chile antes de la aparición de la filoxera, donde sigue prosperando, aunque todavía se pueden encontrar pequeños focos de Carmenere en Burdeos y, de hecho, en el norte de Italia. En el clima más seco de Chile, el Carmenere tiene mejor cuajado y más resistencia a las enfermedades fúngicas y, por tanto, mayores rendimientos. También da frutos más maduros en la cosecha. Como demuestra el concurso Global Carmenere Masters de este año, Chile es sin duda la potencia moderna de esta variedad, que ofrece una amplia gama de estilos y precios. De hecho, casi todas nuestras medallas de Oro y Master en la cata de este año fueron para productores chilenos.

Envejecimiento en roble

El Carmenere parece necesitar algo de roble para llenar el paladar medio y añadir profundidad a la fruta brillante y a los matices herbales y de menta. Los jueces descubrieron algunos ganadores de Oro por menos de 10 libras, por lo que vale la pena prestar atención a Casa Silva y Cono Sur. Entre 15 y 20 libras, el Marques de Casa Concha de Concha y Toro es ejemplar. Los vinos de entre 20 y 30 euros son realmente interesantes: con textura, capas y equilibrados. La calidad de la fruta brilla con luz propia y el uso del roble es muy acertado. Merece la pena buscar los vinos de Terra Noble, Casa Silva y VIK y tener tiempo para guardarlos.

Por unos 45 euros, el Viña Sutil Acrux, un coupage de Carmenere y otras variedades bordelesas de Colchagua, es una auténtica joya, con equilibrio y textura, que marida especialmente bien con carnes raras de vacuno o cordero. El Carminium de Inama, evocador de la ascendencia romana de la región en los Colli Berici, cerca de Vicenza, es otro vino fabuloso por menos de 50 libras.

Según los jueces de este año, es imposible equivocarse con un Carmenere de más de 50 libras, ya sea como varietal o como mezcla. Pewën, de Viña Santa Rita, y Wings, de Viña Montes, provienen ambos de la zona de Apalta, en el Valle de Colchagua, lo que sugiere que ésta puede ser una subzona a seguir de cerca en busca de Carmenere sobresalientes.