Por qué Zonin1821 lanza una academia del vino

El gigante italiano de las bebidas Zonin1821 ha lanzado una academia para promover la cultura y los valores del vino. Louis Thomas habló con el vicepresidente del grupo, Francesco Zonin, en la edición de este año de Vinitaly.

"El mercado no puede evolucionar sin la cultura y el valor del mundo del vino", explicó Zonin. "En primer lugar, 'vino' es una palabra que significa cosas diferentes: una de las partes más difíciles del negocio del vino es lo fragmentado que está, en términos de consumidores y producciones. En Italia, el número de denominaciones de origen es una pesadilla, incluso para un italiano. Luego tenemos España, Francia, Estados Unidos, Chile, Argentina, Nueva Zelanda, etc. - Todo el sistema es bastante confuso, pero tiene muchas historias bonitas de historia familiar y valores, y la cultura en la que nacimos [en Italia], pero que quizá no exista en Japón, y sin esa cultura y tradición es más difícil entender algunos vinos".

Para Zonin1821, que factura unos 200 millones de euros y exporta el 85% de su producción (según datos de la empresa de 2022), se trata de educar a la gente tanto en el "valor" como en la "historia" del mundo del vino, especialmente a través de la lente de "Made in Italy", la iniciativa nacional para promover las empresas y los productos italianos.

"La idea no es sólo seguir desarrollando nuestra red de exportación, que ya alcanza los 140 países, sino cambiar la forma de interactuar con nuestros consumidores y nuestros socios", prosigue. "La cadena entre el productor y el consumidor es bastante larga, por lo que a lo largo de esta cadena es fácil perder la oportunidad de explicar el valor y la historia del vino".

"Tenemos que contar nuestra historia y cómo trabajamos: tenemos que explicar qué hacemos en materia de sostenibilidad y por qué lo hacemos. La parte intangible del vino es tan importante como la tangible".

Lecciones de historia

Para Zonin, gran parte de la comprensión del mundo del vino moderno consiste en entender cómo era hace medio siglo.

"Si nos remontamos a los años 70, cuando Italia empezó a entender que había que invertir en calidad, cualquiera que hiciera un buen vino tendría éxito. En los 80 se replantaron viñedos en toda Italia, y la calidad media del vino italiano aumentó espectacularmente; ahora el mercado está lleno de vinos de calidad, así que ¿cómo se puede destacar y tener éxito? Tenemos 200 años de historia e intentamos mantener nuestro negocio de forma ética: eso es tan importante como lo que hay dentro de la botella".

"Para hacer un buen vino no hace falta mucha tecnología, hace falta mucho saber hacer", argumentó. "No se pueden comprar esos conocimientos, se necesita experiencia. Se necesitan muchas pequeñas cosas para convertir un buen vino en un gran vino, y eso lleva décadas aprenderlo".

En el caso de la empresa, lleva dos siglos gestándose, aunque Zonin sospecha que los resultados de la academia tardarán algo menos en materializarse.

"Este es un negocio generacional, no puedes conseguir todo lo que quieres en dos años - pero con esta academia probablemente en 10 años empezaremos a ver un efecto".

También sugirió que parte de la razón por la que los consumidores más jóvenes no consumen vino con tanto entusiasmo como las generaciones mayores es que no se han hecho esfuerzos para introducirlos adecuadamente en el vino desde el principio.

"¿Sabes lo que falta? Una mano para poner una botella de vino en la mesa. Antes el vino no era tan bueno, pero estamos perdiendo oportunidades".

Sin embargo, aunque afirmó que la calidad del vino se ha disparado sin duda en las últimas décadas, no hay lugar para el esnobismo, sobre todo cuando se trata de atraer a la gente al mundo del vino: "Yo siempre digo que la diferencia no está entre el buen vino y el malo, sino entre el vino que te gusta y el que no te gusta. Compraste tu coche porque te gusta, te vistes así porque te gusta, ¿por qué no puedes comprar vino sólo porque te gusta?".

Educación, educación, educación

En un intento de llegar a un grupo de jóvenes que muchos en la industria del vino parecen haber descartado como una generación de abstemios, la empresa está colaborando con instituciones educativas.

"Trabajamos con universidades porque queremos crear los directivos del futuro, que entiendan que el negocio del vino no consiste sólo en elaborarlo, sino también en cómo venderlo correctamente, y que comprendan también que no se trata sólo de números en una hoja de cálculo, sino de cultura. Intentamos crear otro tipo de gestor, otro tipo de embajador, alguien que pueda ayudarnos en el futuro a comercializar el vino de la forma adecuada", reveló Zonin. "El mercado está muy fragmentado: podemos hablar de la edad de la tierra y las raíces, pero una persona de 25 años puede pensar 'eso no me importa'. No toda la comunicación puede versar sobre el producto".

Entre las escuelas y universidades italianas con las que Zonin1821 organiza conferencias y cursos de estudio se encuentran SDA Bocconi, IULM, Università Cattolica del Sacro Cuore, Universidad Ca' Foscari de Venecia, MIB Trieste School of Management, Scuola Superiore Sant'Anna de Pisa, Universidad de Salento y Universidad de Palermo. El grupo también forma parte del Comité Asesor del Programa del Máster Global en Administración de Empresas Alimentarias y Vitivinícolas de la Escuela de Negocios de la Universidad de Bolonia.

"En Estados Unidos probablemente empezaremos por la Universidad de Miami", afirma. "Estamos intentando llevar la academia a mercados que son importantes para el vino italiano en general, o para nosotros: el Reino Unido, sin duda".

En el Reino Unido, la empresa colabora con el King's College de Londres.

Los estudiantes también tendrán la oportunidad de visitar algunas de las fincas de la empresa, desde Castello di Albola en Chianti Classico hasta Principi di Butera en Sicilia.

Este año, Zonin1821 también se ha comprometido a impartir más de 2.000 horas de formación sobre cultura vitivinícola, sostenibilidad e incluso conocimientos de inglés a sus empleados.

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