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Un juez del Tribunal Supremo, acusado de parcialidad en la reacción contra Bud Light

La reacción de la derecha ante la promoción de Bud Light de la primavera pasada con la activista transexual Dylan Mulvaney ha llegado al Tribunal Supremo de Estados Unidos.

No porque se haya pedido a los máximos intérpretes de la Constitución estadounidense que se pronuncien sobre cualquier aspecto de las acciones de AB InBev en la promoción de la entonces marca de cerveza más vendida del país, sino porque se ha acusado a un juez de utilizar el subsiguiente boicot para mostrar parcialidad política.

El juez del Tribunal Supremo Samuel Alito vendió entre 1.000 y 15.000 dólares de acciones de AB InBev el 14 de agosto del año pasado y el mismo día compró el mismo número de acciones de su archirrival Molson Coors.

Las transacciones han desencadenado nuevas acusaciones de que Alito, uno de los seis conservadores del alto tribunal, participa o se alinea con la política partidista, a pesar de un código de conducta recientemente adoptado que ordena a los jueces "abstenerse de toda actividad política".

Trump

La importancia de las acusaciones es que Alito y los otros ocho jueces del Supremo pueden ser llamados a pronunciarse sobre las acciones del expresidente Donald Trump de cara a la carrera de este año por la Casa Blanca.

Puede que incluso tengan que pronunciarse sobre si Trump debe ser inhabilitado para presentarse a las elecciones.

También se le acusa de ondear las barras y estrellas al revés en su casa en enero de 2021, justo después de la toma de posesión del Presidente Biden.

Ese es un símbolo asociado con las afirmaciones de Trump de fraude electoral y cuando sus partidarios irrumpieron en el Capitolio ese mes muchos de los alborotadores llevaban banderas invertidas similares y coreaban lemas como "Detengan el robo."

Los jueces del Tribunal Supremo no pueden ser destituidos, pero se les puede presionar para que se inhiban de casos concretos.

Impacto

Es poco probable que la disputa afecte a Bud o Coors, pero el juicio de Alito está en entredicho. Cuando vendió las acciones de Anheuser-Busch InBev, valían unos 56 dólares por acción a raíz del boicot del año pasado.

En la actualidad, las acciones cotizan a algo más de 66,28 dólares por acción.

En cambio, Molson Coors cotizaba a 64,48 dólares cuando Alito compró las acciones de la empresa el año pasado, pero ahora están a poco más de 55 dólares por acción.

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