Pomerol 2023 en primeur: vinos de gama alta espectaculares en una añada compleja

Pomerol es el siguiente destino del recorrido de Colin Hay, denominación por denominación, por los Bordeaux 2023 en primeurs. Aquí se encuentra con un panorama complejo, en el que un impresionante número de vinos de la gama alta conviven con otros que están por debajo de sus homólogos de 2019, 2020 o 2022. 

Tenemos la gravedad de nuestro lado mientras continuamos nuestro viaje por la ribera derecha colina abajo desde Saint Émilion, pasando por Figeac y Cheval Blanc, hasta llegar a Pomerol, y no tardamos ni de lejos lo mismo que tardamos en llegar de St-Estèphe a Saint Émilion.

En cualquier añada meteorológicamente complicada, es probable que Pomerol sea complejo. Lo fue en 2021, lo fue en 2022 y lo vuelve a ser en 2023. Si nos fijamos en el registro meteorológico de la añada (como, por ejemplo, en la Tabla 1) y en los rendimientos medios agregados de los viñedos (como en la Tabla 2), resulta tentador sugerir que la experiencia de Pomerol fue, en última instancia, similar a la del otro lado de la frontera de la denominación, en Saint Émilion, pero que la afrontó mejor y quizás siempre fue probable que lo hiciera.

Tabla 1: Precipitaciones durante la campaña (en relación con la media decenal)

Fuente: calculado a partir del informe "Bordeaux 2023 Harvest" de Saturnalia.

Sin embargo, esto no me parece del todo correcto. En una añada de techos de cristal, no cabe duda de que Pomerol evitó en gran medida las terribles pérdidas de viñedos experimentadas en algunas partes de Saint Émilion, donde el mildiu se hizo casi tan endémico como en Entre-Deux-Mers. Y eso, por supuesto, basta por sí solo para explicar los rendimientos globales bastante más elevados en Pomerol que en Saint Émilion. Pero, al fin y al cabo, esa es la cuestión. Habiendo catado unos 80 vinos de esta denominación, no estoy de acuerdo con la opinión de que Pomerol lo ha tenido más fácil y que es una de las denominaciones más homogéneas de esta añada. En mi experiencia, rara vez lo es.

Cuadro 2: Rendimiento medio del viñedo por denominación (hl/ha)

Fuente: calculado a partir de los datos de Duanes recopilados por el CIVB Service Economie et Etudes

Pero no se trata en absoluto de cuestionar la idea de que ha producido, en la gama alta, un número impresionante de vinos de la añada. Lo ha hecho y eso no se cuestiona. Pero, como en Saint Émilion, el descenso desde la cima es relativamente empinado. En este caso, es más vertiginoso cuanto más se aleja uno del núcleo de su meseta histórica.

Hay quizás unos 30 vinos genuinamente grandes aquí, pero hay muchos otros que están lejos de ser el equivalente cualitativo de los 2019, 2020 o 2022 de la misma propiedad.

En la cima de los picos gemelos que forman la cumbre de la denominación en 2023 encontramos un Lafleur legendario de belleza resplandeciente y elegante y un Le Pin sublimemente sin fisuras, aplomado y elegante.

Lo que también es fantástico en esta añada es cómo cada uno de los principales vinos de la denominación es tan fiel tanto a su estilo como a su terruño. Es una añada para catadores a ciegas.

La Conseillante, por encima de todo, no podría ser otro vino: es rollizo, afelpado, rico y efusivo, el corazón y el alma de la meseta de Pomerol.

L'Eglise-Clinet es muy diferente, íntimo e introspectivo, mientras que La Conseillante es bullicioso y explosivo. Es increíblemente flexible, sutil, suculento y sápido, un vino de asombrosa gracia y belleza que me recuerda a las grandes añadas de Denis Durantou.

Petrus vuelve a ser muy diferente: totalmente amable y seductor a pesar de su amplitud y su poder disfrazado, el proverbial puño de hierro en guante de seda.

Y Vieux Château Certan es sencillamente divino: floral, aéreo, elegante, grácil y absolutamente cautivador en esta añada.

También hay mucho aquí para seducir a aquellos para quienes el precio de los principales vinos de la denominación (debido en parte a su escasez) los sitúa fuera de su alcance. Guillot Clauzel es, una vez más, una joya oculta forjada a partir del terroir equivalente a un campo de diamantes. Porte Chic, Lécuyer (recientemente adquirido por Ronan Laborde, de Clinet) y De Sales también pueden representar un valor fabuloso para una inversión bastante más modesta. Y en un punto intermedio, La Petite Eglise, Beauregard, Bourgneuf y Feytit-Clinet constituyen un cuarteto de vinos que muestran la diversidad de los mejores terruños de Pomerol sin que ello suponga un desembolso excesivo.

Lo más destacado en 2023

Vino de la denominación:

• Lafleur (98-100)
• Le Pin (98-100)

Realmente genial:

• La Conseillante (97-99)
• L'Eglise-Clinet (97-99)
• Petrus (97-99)
• Vieux Chateau Certan (97-99)
• L'Evangile (95-97+)
• La Fleur-Pétrus (95-97+)
• Trotanoy (95-97+)
• La Connivence (95-97)
• Guillot Clauzel (95-97)
• Les Pensées (95-97)
• Clos du Clocher (94-96+)
• Petit Village (94-96+)
• La Violette (94-96+)

Selecciones de valor:

• Guillot Clauzel (95-97)
• La Petite Eglise (93-95+)
• Beauregard (93-95)
• Bourgneuf (93-95)
• Feytit Clinet (93-95)
• Lécuyer (93-95)
• Porte Chic (92-94+)
• De Sales (92-94)

Consulte aquí las notas de cata completas de Colin sobre Pomerol y su análisis de las denominaciones de Margaux, St Julien, Pauillac, St Estèphe y Saint Émilion.

Más información:

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