Paradise Rescued regenera un rincón de Burdeos

La casualidad y la visión han llevado a Paradise Rescued al éxito. db habla con su propietario, David Stannard, sobre su "bodega accidental".

"Haz las cosas correctas en casi cualquier parte del mundo", explica David Stannard, "y obtendrás los resultados correctos". Es una filosofía que vive mientras elabora vinos en Paradise Rescued, su pequeña bodega en el pueblo de Cardan, a una hora al sureste de la ciudad de Burdeos. Allí, Stannard elabora vinos con intención y visión de futuro, así como con una precisión que quizá revele su formación científica en ingeniería petroquímica.

Sin embargo, no es la historia completa. Los primeros días del proyecto -que Stannard califica de "bodega accidental"- estuvieron marcados por la serendipia, además de por la intención. Sin embargo, al adaptarse a su situación, Stannard ha creado una gama galardonada que recupera parte del prestigio de Burdeos para la variedad Cabernet Franc.

Descubrió Cardan en 1992, al comprar una propiedad en el pequeño pueblo como segunda residencia. Aunque residía en Melbourne (Australia) por motivos de trabajo, quedó cautivado por el entorno rural: "En cuanto acababa una visita, decía: '¿puedo reservar el próximo vuelo? Empecemos'".

El punto de inflexión para hacer una bodega llegó a mediados de la década de 2000. A cada regreso, Stannard se percataba de la progresiva construcción de viviendas en el idílico pueblo. Compró parcelas a los vecinos para evitar el desarrollo desmesurado de nuevas viviendas. Una de ellas, aunque inicialmente se creía que era de Merlot, era una parcela de Cabernet Franc que lanzó la gama de vinos. "Fue el momento de cruzar el rubicón", afirma Stannard.

Compró las partes restantes de aquel viñedo, aún sin saber qué haría con ellas. Sin embargo, con los hermosos viñedos que poseía, no se atrevió a arrancarlos. A principios de 2010 inició el proceso de elaboración de vinos.

La casualidad le había llevado a convertirse en enólogo, pero Stannard tenía una visión clara. Sabía cómo quería hacer vinos, aunque fuera polémico. "Todo iba a ser ecológico, sin excepción", dice. "Tenemos gente local muy cerca. Tenemos familias y niños alrededor, así que rociar pesticidas y herbicidas sintéticos no iba a ocurrir".

"La mayoría de los viticultores del pueblo se volvieron locos. Se quejaban de que estos tipos no pulverizaban los productos adecuados y que habría enfermedades por todas partes".

No obstante, Stannard persistió y, ayudado por una añada legendaria y un equipo decidido, consiguió un año libre de enfermedades. Incluso en las primeras catas de la barrica, estaba convencido de que había hecho algo especial, una opinión que sigue manteniendo al reflexionar sobre su primera añada.

Varios años y medallas de oro después, muchas cosas han cambiado. Cualquier escepticismo de los lugareños desapareció hace tiempo. El alcalde de la localidad apoya sistemáticamente el proyecto y los vecinos discuten sobre rugby tomando una cerveza con Stannard en el cruce frente a los viñedos. Paradise Rescued ahora también elabora Merlot de un segundo bloque.

Sin embargo, la dedicación a la sostenibilidad ha sido una constante. Aunque el proyecto comenzó como una respuesta para la comunidad local, Stannard ha estudiado los resultados de su viticultura y se ha dado cuenta de que la producción ecológica era la clave de su éxito. Ahora se ha convertido en un caso convincente de viticultura regenerativa.

En particular, se dio cuenta de que el cuidado de los suelos del viñedo repercutiría en el producto final. Los cultivos de cobertura, la biodiversidad y la reducción del laboreo ayudan a desarrollar un ecosistema sano para crear los mejores vinos posibles. "Si tengo un suelo mejor, más sano y vivo, las vides estarán más sanas y serán más resistentes a las enfermedades. Eso nos dará automáticamente mejores frutos, y después se podrá hacer un gran vino", dice Stannard.

Podría tratarse de una forma de pensar propia de un expatriado, o posiblemente del instinto de un ingeniero por la delicadeza constante, pero esa pasión por mejorar los suelos hace que Stannard se emocione ante la posibilidad de subvertir las nociones de terruño tan bien guardadas en Burdeos.

"Los pequeños productores como nosotros tenemos ahora más poder", sonríe. "No tendrás el mismo terruño que St. Émilion, gracias a Dios, pero una vez que comprendes que puedes crear un buen suelo, descubrirás que puede ser mejor. Se expresará de forma diferente, por lo que el sabor preferido podría ser -o no- el de St. Émilion. Pero aunque lleven 2.000 años de práctica, se puede hacer un suelo mejor en el pueblecito de Cardan".

El Paradise Rescued B1ockOne Cabernet Franc 2017 ganó una medalla de oro en el Global Cabernet Franc Masters 2024. La juez Patricia Stefanowicz MW facilitó la siguiente nota de cata.

Paraíso Rescatado B1ockOne Cabernet Franc 2017

• Productor: Paradise Rescued
• Región: Burdeos
• País: Francia
• Variedad de uva: 100% Cabernet Franc
• CONTENIDO EN ALCOHOL: 13,5
• Cosecha: 2017
• Precio de venta al público aproximado: 16,30 £.

Cuando Paradise Rescued inició su proyecto de sostenibilidad en 2010, el bloque Hourcat Sud de Cabernet Franc era el único viñedo que poseía. Así que la empresa no tuvo más remedio que elaborar un Cabernet Franc 100%. Originalmente llamado "Cloud 9", la marca, ahora ecológica, ha pasado a llamarse B1ockOne a medida que las añadas empezaban a crear un "legado de los fundadores". De color rubí intenso con un toque de granate en el borde, el vino muestra fresas, frambuesas y ciruelas azules con pétalos de rosa triturados y madera de cedro. El paladar, de peso medio, muestra fruta jugosa con una acidez enérgica, taninos aterciopelados y un largo final. El suave roble avainillado, bien integrado, añade dimensión y sugiere un buen maridaje con terrinas artesanales de carne exótica o salsichones con cornichons.