Champagne Boizel adopta un enfoque descendente, liderado por la prestigiosa cuvée Joyau

La casa de champán Boizel se está ganando una creciente reputación de calidad, encabezada por la joya de la corona de la maison: la prestigiosa cuvée Joyau.

Si hay una marca de champán que está saliendo de la sombra y se está convirtiendo en una marca de lujo, ésa es Boizel. Fundada en 1834, la maison está a sólo una década de celebrar su 200 cumpleaños, pero ya ha hecho muchos cambios para ser un gran éxito cuando llegue ese momento.

La clave de esta evolución han sido las inversiones en vinificación para perfeccionar el estilo y la calidad de los Champagnes que llevan la marca Boizel. Una nueva generación está trabajando para dar a conocer Boizel, y lo está haciendo con un enfoque descendente, centrado en su prestigiosa cuvée Joyau, recientemente envasada y aclamada por la crítica. 

Florent Roques-Boizel, miembro de la sexta generación de la familia, dice a db que la clave del futuro de la casa es una base más global en términos de demanda. Con cerca del 50% de la producción de 500.000 botellas de Champagne Boizel destinada a los consumidores franceses, el plan es aumentar la presencia internacional de la marca. Un paso estratégico importante en este sentido es la cotización de Joyau 2008 en La Place de Bordeaux, en marzo de 2023. 

Roques-Boizel, que anteriormente trabajó como gerente de exportación en M Chapoutier Wines, se unió a la maison de su familia en 2010, trabajando junto a sus padres en el negocio hasta que se jubilaron en 2018 - momento en el que Florent se convirtió en CEO, y su hermano, Lionel, director general adjunto.

Antes de la jubilación de los padres de Florent, la maison había invertido en nuevas instalaciones de vinificación, con una serie de cambios, como la instalación de pequeños depósitos de fermentación de acero inoxidable, junto con barricas y foudres. Todo ello se instaló en una bodega renovada que se terminó a tiempo para la vendimia de 2017. 

Este trabajo no se ha realizado con la intención de alterar el carácter del champán Boizel, señala Roques-Boizel, sino para permitir al productor aumentar la precisión de su enfoque y garantizar que los vinos conserven su frescura a medida que se calienta el clima en la región. 

"No queremos cambiar el estilo de la casa, pero el clima está cambiando y lo que hace especial al champán es la frescura, la tensión y la mineralidad, y es más difícil mantenerlas", señala Roques-Boizel. 

Una técnica diseñada para garantizar que los champagnes Boizel Brut NV sean brillantes ha sido utilizar más Chardonnay en la mezcla, así como procurar obtener más uvas de "terruños calcáreos". 

El impacto de los foudres también se deja sentir ahora en los Champagnes, no en términos de sabor, sino de textura, con un 5% de los vinos para el Brut Réserve y el Rosé Absolu elaborados en los grandes recipientes de roble para aportar un poco de "redondez".

Mientras tanto, las dosis han bajado, y el nivel más alto es ahora de 7 gramos por litro (g/l), aunque la mayoría de las cuvées son extra brut, de 3-5g/l. La alta calidad de los vinos base permite niveles tan bajos, ya que sólo se utilizan las primeras prensadas, mientras que todo pasa por la conversión maloláctica. 

Con un mayor énfasis en la calidad de los vinos base utilizados para elaborar los champagnes Boizel, también se ha prestado más atención a comunicar el origen de las uvas. "Históricamente, teníamos un blanc de blancs y un blanc de noirs, pero hemos cambiado su posicionamiento para promover el origen", dice Roques-Boizel. Por ejemplo, el blanc de noirs, que ahora procede íntegramente de viñedos situados en los crus superiores de la Montagne de Reims, se denomina ahora "La Montagne", mientras que el blanc de blancs lleva la etiqueta La Côte. 

"Queremos mostrar a los amantes del Champagne los diferentes caracteres de los terruños que componen nuestros vinos", explica Roques-Boizel, subrayando que los vinos siguen elaborándose a partir de una mezcla de emplazamientos. "Las expresiones de viñedo único están de moda, el ensamblaje es el savoir-faire del Champagne, y por eso sigue siendo la cumbre de lo que hacemos". 

Renombre internacional

De hecho, la mencionada expresión cumbre de Boizel, la prestigiosa cuvée Joyau -que significa "joya"- es una mezcla de premiers y grands crus, elegidos por su calidad, potencial de guarda y caracteres complementarios. 

Y es esta cuvée la que encabeza el intento de Boizel de adquirir más renombre internacional, con, desde la primavera del año pasado -tras un reenvasado- una nueva forma de distribución: Joyau es difundido ahora por nueve de los principales négociants bordeleses. El objetivo de esta evolución es ampliar la distribución internacional del vino, con especial atención a los mercados asiático y europeo, mientras que La Place de Bordeaux se ocupa de todas las naciones fuera de Francia, Italia y Estados Unidos. 

Roques-Boizel se ha mostrado encantado con los resultados y "sorprendido" por todos los nuevos clientes que Joyau ha conseguido en Europa, mencionando en particular Suiza, Alemania, el Reino Unido y los países nórdicos como nuevos mercados fuertes. 

Esta primavera se produce un nuevo lanzamiento, con Joyau 2012 lanzado por Boizel a través de La Place, un vino que fue elogiado como uno de los mejores por el corresponsal de db Bordeaux, Colin Hay, que le otorgó 95 puntos y lo calificó de "fantástica relación calidad-precio". 

Después de tanto trabajo en la bodega, el envasado y la distribución de sus champagnes, Roques-Boizel sigue teniendo problemas a la hora de convertir Boizel en una fuerza aún mayor. Y esos problemas vienen con el crecimiento de la oferta, sobre todo de sus mezclas de gama alta. "Parte de mi responsabilidad es gestionar las relaciones con nuestros socios viticultores, que han trabajado con nosotros durante generaciones; son familias y aprecian trabajar directamente con un miembro de la familia", explica. 

Este enfoque tan personal por parte del máximo responsable de la maison es importante, subraya Roques-Boizel, porque los viticultores que suministran uvas a Boizel son la clave de su éxito, y están muy solicitados por los numerosos productores de la región. 

De hecho, como él mismo comenta: "La competencia por acceder a las mejores uvas puede ser mayor que por los clientes de los mejores mercados". 

En otras palabras, Boizel se enfrenta a retos en ambos extremos de la cadena de suministro, pero responde con eficacia. La implicación de los miembros de la familia que dirigen Boizel es clave para su posicionamiento actual, y sin duda será aún más importante para su éxito en el futuro.