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Identificadas las vides silvestres de la Isla de Pascua

Las vides silvestres que se encontraron en la isla de Pascua (Rapa Nui) han sido identificadas gracias a estudios genéticos, lo que confirma las intenciones de elaborar vino en la isla en el siglo XIX.

El trabajo de investigación, publicado justo a tiempo para el largo fin de semana de Pascua, revela que la Isla de Pascua alberga al menos seis variedades de uva diferentes desde el siglo XIX, con múltiples viñedos repartidos por la isla.

Las vides, que han permanecido sin cultivar durante más de un siglo, incluyen País y Moscatel de Alejandría -dos de las primeras variedades de Vitis vinifera que se cree que se plantaron en América-, así como tres variedades criollas autóctonas y una variedad aún desconocida.

Las cinco variedades conocidas revelan que lo más probable es que las vides llegaran a la Isla de Pascua desde Chile continental, sin embargo, la variedad desconocida sigue siendo un misterio. "Basándonos en su patrón haplotípico SSR, [la variedad desconocida] probablemente tenía una ascendencia europea directa", afirma el artículo de investigación, del que son autores varios investigadores.

Las muestras se tomaron en varios lugares de la isla donde las viñas viejas aún producen uvas, sobre todo en el cráter Rano Kau y sus alrededores.

Aunque existen referencias históricas a la plantación de viñedos en la isla a finales del siglo XIX, se cree que los viñedos se abandonaron cuando los misioneros se marcharon de la isla a principios del siglo XX.

Aún se desconoce si alguien llegó a elaborar vino con éxito a partir de estos viñedos, ya que no existen registros escritos que evidencien nada más allá de la intención de utilizar estos viñedos para la producción de vino. El comandante Ignacio L. Gana especuló en 1870 que las condiciones de la isla eran ideales para el vino, comparables a las de Madeira, mientras que otros misioneros alabaron la calidad de las uvas y los viñedos.

La historia del vino y de las vides en Isla de Pascua se reavivó hace seis años gracias a los viticultores Álvaro Arriagada y Fernando Almeda, que plantaron nuevas vides con socios locales en la isla y empezaron a reproducir las antiguas vides silvestres en un vivero. Sus nuevas cepas produjeron la primera cosecha de vino espumoso Rapa Nui el año pasado, aunque en pequeñas cantidades experimentales.

Estos vinos experimentales y los hallazgos del trabajo de investigación Patrimonial grapevine varieties from Rapa Nui: genetic characterisation and relationship with continental cultivars son sólo el último capítulo de lo que se está revelando como una fascinante historia del vino de Isla de Pascua.

Amanda Barnes es la corresponsal habitual del sector de las bebidasen Sudamérica y autora de The South America Wine Guide.

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