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Amiga o enemiga: ¿cómo determinará la IA el futuro de las bebidas?

Una nueva investigación muestra una creciente demanda de conocimientos de IA en el sector de la hostelería, y la inteligencia artificial parece destinada a quedarse, ya que la tecnología se utiliza cada vez más para ayudar a producir nuestras bebidas.

Fuente: Pixabay

Una nueva investigación de la agencia de marketing digital Tank muestra que el sector de la alimentación y las bebidas ocupa el cuarto lugar en la carrera por adoptar la IA en los puestos de trabajo, pero no teman los lectores, porque "el juicio y la supervisión humanos son más importantes que nunca", afirma Martin Harris, responsable de digital de TANK.

Desde catar vinos y detectar los fraudulentos, hasta la primera cerveza con IA del mundo y ChatGPT aprobando tres de los exámenes de Master Sommelier este año, muchos han vivido con el miedo de que la IA nos sustituya a nosotros y a nuestros trabajos.

El informe AI & Me de Tank revela que 1 de cada 100 ofertas de empleo en el sector de la alimentación y las bebidas requiere cierta experiencia en el trabajo con IA. Las conclusiones de la empresa sugieren que cada vez más puestos de trabajo requieren que los trabajadores "utilicen las herramientas de IA de forma responsable y que aporte valor".

Aunque todavía estamos en la fase de prueba y error de la experimentación con IA, nuestros puestos de trabajo parecen seguros por ahora tras el fracaso de Aimee, una empleada de IA, en septiembre. Contratada por la empresa de relaciones públicas Bottled Imagination, con sede en Mánchester, la IA no superó su periodo de prueba como responsable de marketing digital tras aceptar unas copas después del trabajo, olvidando que era un ordenador.

Así que, aunque Aimee no encontró su vocación en las relaciones públicas, quizá la IA encuentre su lugar (por así decirlo) en el mundo del vino. En un sector en rápido desarrollo, he aquí algunas de las formas en que la IA puede ayudar a los viticultores, productores e incluso consumidores.

IA en el viñedo

La IA, que a veces requiere mucha mano de obra, tiene el potencial de ofrecer a los vinicultores cierta tranquilidad gracias a tecnologías capaces de detectar precozmente las invasiones de plagas, vigilar el estado de las plantas y controlar más de cerca el proceso de vinificación.

Una de estas tecnologías es un motor de IA diseñado por Winegrid, una empresa tecnológica que desarrolla la fermentación para los vinicultores, permitiéndoles supervisar a distancia el proceso.

Los portugueses Rogério Nogueira y Lúcia Bilro, conscientes de la necesidad de un control preciso y en tiempo real de la elaboración del vino, desarrollaron una inteligencia artificial que permite a los bodegueros reaccionar más rápidamente a los cambios y preservar la calidad de sus vinos.

También está Deep Planet, una empresa emergente global de AgriTech, cuya herramienta de IA VineSignal se ha diseñado para gestionar la humedad del suelo, predecir la madurez de la uva y las fechas óptimas para la vendimia. Desarrollada por un equipo de científicos e ingenieros de la Universidad de Oxford, la herramienta puede cartografiar un viñedo hasta una profundidad de 1,5 metros, lo que permite informar sobre el riego.

La IA y el clima

La IA está desempeñando un papel crucial para ayudar a los viticultores a adaptarse a las amenazas que plantea el cambio climático.

Según Proceedings of the National Academy of Sciences, hasta el 85% de las regiones vitivinícolas del mundo corren el riesgo de sufrir un aumento de las temperaturas. Zonas antaño prósperas se convierten en desoladas y muchos se preocupan por dónde y cómo cultivar sus uvas a medida que aumentan los impredecibles patrones meteorológicos.

La aplicación de cata de vinos Tastry fue fundada por Katerina Axelsson en 2016, después de enseñar a un ordenador a catar vinos y desarrollar una herramienta de IA para poner en contacto a los consumidores con productos basados en sus gustos. Tras los incendios forestales de California en 2020, esta misma tecnología se utilizó para detectar indicadores de humo en las uvas.

California es una región vulnerable a los incendios forestales, y Tastry sigue asesorando a sus clientes sobre cómo enmascarar los efectos de las manchas de humo, utilizando la IA para identificar mezclas alternativas.

Por su parte, la monitorización del suelo de Deep Planet reduce el desperdicio de agua al ofrecer mediciones precisas de los niveles de humedad en los viñedos.

Estos avances en IA pueden resultar cruciales para el futuro del sector, ya que los viticultores buscan proteger sus cultivos del cambio climático y mitigar su huella de carbono y de agua.

La IA y los gustos de los consumidores

Más recientemente, se reveló que los científicos habían diseñado una herramienta de IA capaz de rastrear los vinos hasta sus orígenes mediante análisis químicos.

Aunque se utiliza principalmente para detectar vinos fraudulentos, el algoritmo también podría emplearse para controlar el proceso de elaboración del vino, identificando si los compuestos del líquido coinciden con el origen que figura en la etiqueta.

La IA resulta muy útil para controlar y garantizar que los vinos y licores se mantengan al día, pero, como dijo el crítico de vinos Antonio Galloni en la edición de este año de Vinitaly, "no hay atajos para hacer un gran vino".

En el mundo de las bebidas espirituosas, la destilería sueca Mackmyra se asoció con Microsoft y Fourkind, una consultora tecnológica finlandesa, para crear la primera mezcla generada por inteligencia artificial.

A partir de las opiniones de los clientes y de las recetas existentes, se obtuvieron miles de posibilidades para una nueva mezcla. En última instancia, fue la mezcladora Angela D'Orazio quien decidió cuál era la receta ganadora, lo que demuestra que el toque humano sigue siendo muy necesario cuando se trata de encontrar la bebida perfecta.

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